La Iglesia que peregrina en San Juan, en sus inicios se formó con la corriente evangelizadora que llegó a estas tierras por el Océano Pacífico, desde Chile. También geográfica y políticamente perteneció a la Gobernación de Chile, formando las actuales provincias de la región Cuyo (San Juan, Mendoza, San Luis) una sola jurisdicción.
El 13 de junio de 1562 el Capitán Juan Jufré fundó San Juan de la Frontera sin la presencia de ningún religioso. Los religiosos Mercedarios llegaron desde Chile trayendo a estas tierras por primera vez el Evangelio, en 1565 fue erigida la Parroquia San Juan de la Frontera siendo su primer Párroco el Pbro. Luis Gonifacio. Los jesuitas fueron los que más se dedicaron en los primeros dos siglos a la tarea evangelizadora, dependiendo del Obispado de Charcas, en Chile. En 1721 construyen el templo principal, dedicado a San José, que se convirtió en 1775 en la Parroquia San Juan Bautista. En 1790 la Virgen del Rosario es declarada Patrona de Cuyo y San Juan Bautista, patrono de San Juan.
Recién en 1806 la Vicaría foránea de Cuyo es unida al Virreinato del Río de la Plata, pasando a depender del Obispado de Córdoba, y en 1828 Cuyo se constituye en Vicariato Apostólico, con sede en San Juan, siendo un fraile dominico sanjuanino, Fray Justo Santamaría de Oro, Congresista de la Independencia en Tucumán, su primer Vicario Apostólico. En 1830 es consagrado Obispo en el templo de San José.
El 19 de septiembre de 1834 el Papa Gregorio XVI crea la Diócesis de Cuyo, que abarcaba las provincias de San Juan, Mendoza, San Luis y el Territorio Nacional de Neuquén, nombrando a Fray Justo Santamaría de Oro como primer Obispo, y al Templo de San José como Catedral.
El 20 de abril de 1934, fue elevada a arquidiócesis, con la bula «Nobilis Argentinae Nationis» de Pío XI, comprendiendo todo el territorio de la provincia de San Juan. Su obispo en ese momento, Mons. José Américo Orzali, es nombrado como arzobispo.
Desde 1934, la arquidiócesis corresponde a los límites geográficos de la Provincia de San Juan, contando con una superficie de 89.651 km2 y 620.000 habitantes. La provincia de San Juan limita al norte y al este con La Rioja, al Sur-Este con San Luis, al Sur con Mendoza y al Oeste con la República de Chile.
A solo 9 años de su elevación a Arquidiócesis, San Juan sufrió el terremoto más devastador de su historia en el corazón de la Provincia (un segundo terremoto, en 1977 afectó gravemente el este de la provincia). La destrucción total de la ciudad y los departamentos aledaños y más de diez mil muertos, dejaron la desolación también en la iglesia. Hubo que recomenzar, volver a construir templos, capillas, colegios, seminario, y hubo que reedificar la fe y la confianza en el Señor de la Historia. Los cinco arzobispos que sucedieron al Buen Pastor de Cuyo tuvieron que reedificar la iglesia: crearon Parroquias, construyeron la Catedral y el Seminario, animaron los Movimientos y Congregaciones Religiosas, multiplicaron las vocaciones, abrieron los surcos para que la gracia divina siga regando estos valles cordilleranos.
En la actualidad la Región Pastoral de Cuyo está formada por la Arquidiócesis de San Juan de Cuyo, la Arquidiócesis de Mendoza y las Diócesis de San Luis y de San Rafael. La Arquidiócesis de San Juan de Cuyo abarca la totalidad del territorio de la Provincia de San Juan, con una población de aproximadamente 750.000 habitantes, en su mayoría católicos. En San Juan se distinguen dos partes: el gran San Juan y las zonas apartadas. El gran San Juan es un conjunto urbano de varios departamentos que se expande desde la Ciudad cabecera en el valle central de la provincia. Las parroquias distribuidas en el Gran San Juan son 27, y reúnen alrededor del 68 % de la población (510.000 hab.). Las 19 Parroquias restantes tienen sus sedes en los centros urbanos de la zona rural y montañosa de la provincia, son las zonas de las cadenas productivas de San Juan: minería, agricultura, vitivinicultura, turismo, olivicultura, horticultura. Reúne aproximadamente a un 32% de la población (240.000 hab.). Las parroquias se organizan en cinco Decanatos, y a ellas se suman veinte comunidades religiosas y una comunidad de vida contemplativa. La Arquidiócesis tiene su propio seminario y su universidad, treinta y dos colegios confesionales. Cientos de capillas y oratorios, numerosos movimientos apostólicos y centros de evangelización y promoción humana.
Con la llegada de nuestro Padre Obispo Jorge Lozano iniciamos un camino pastoral que busca integrar la vida de la Arquidiócesis en las dimensiones de sinodalidad, servicio y misión que nos convoca el Santo Padre Francisco. «Somos un Pueblo que camina, anuncia y sirve», es el lema que nos anima. Gracias a Dios, hemos vivido 3 asambleas arquidiocesanas en las que trabajamos la sinodalidad en nuestra Iglesia y formas concretas de llevarla a cabo en cada comunidad de la arquidiócesis.