21 de agosto 2023, San Pío X, Patrono de los Catequistas
“Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros” (I Jn 1, 3)
Carta a los catequistas
Queridos catequistas de nuestras comunidades,
Nos dirigimos a ustedes con gran alegría y gratitud por el valioso servicio que brindan a nuestras comunidades. Su vocación como catequistas es esencial para el crecimiento espiritual y la formación de nuestros fieles, y es un testimonio vivo de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas.
En este día de los catequistas, deseamos compartir con ustedes el gozo profundo que proviene del encuentro con Jesús. Cada día que dedicamos a comunicar su amor y su mensaje nos acercamos más a Él. Ustedes tienen el privilegio de ser instrumentos de su gracia y misericordia, guiando a otros hacia la amistad profunda con Jesús en su Palabra.
Jesús nos llama a formar parte de su familia, a compartir la alegría de la fe en comunidad. A esta experiencia nos conducen los sacramentos de la Iniciación Cristiana. En el año 2017 hemos comenzado un camino para pensar, elaborar, discernir, decidir sobre la Iniciación Cristiana de niños, niñas, jóvenes y adultos. Recordemos las conclusiones que asumimos para una catequesis renovada, kerigmática, comprometida:
Es necesario tener una experiencia de Cristo Vivo en catequistas y catecúmenos.
Es fundamental realizar este proceso desde la “espiritualidad de comunión”, involucrarse, comprometerse, perseverar.
Es imprescindible impulsar la misión.
La parroquia, la capilla, las comunidades educativas, son lugares de encuentro y celebración de la Vida nueva de Jesús. También contamos con catequistas en otros contextos como la Unidad Penal, los Santuarios, centros de salud… Les animamos a integrar a los catecúmenos en estas comunidades, para que puedan experimentar plenamente la belleza y el calor de la vida eclesial. Por eso es tan importante trabajar juntos como un equipo unido en la misión de llevar a otros a Cristo.
La entrega generosa de su tiempo es un testimonio de amor por Jesús y por su pueblo. A menudo, puede parecer que los frutos de su labor son escasos e invisibles. Es normal encontrar obstáculos y fracasos. Por eso los animamos a no caer en el desaliento. Cada desafío es una oportunidad para crecer y aprender, y su perseverancia en medio de las dificultades es un testimonio valioso de fe.
Recordemos que el Reino suele tener la dimensión del grano de mostaza creciendo
en lo oculto de la tierra (Mateo 13, 31).
La formación y actualización constante son fundamentales para llevar a cabo
esta hermosa tarea de manera efectiva. Los desafíos y preguntas de hoy requieren
respuestas nuevas. Les invitamos a buscar oportunidades para enriquecer su
conocimiento y crecimiento espiritual. Y es fundamental profundizar en el eje de la
sinodalidad para poder acompañar, desde la tarea de ustedes, el sendero que
vamos recorriendo como arquidiócesis. Ustedes son parte de este Pueblo que
camina, anuncia y sirve.
La oración es el alma de su labor como catequistas. Recen por cada persona
que les es encomendada.
Que el Espíritu Santo les guíe y les fortalezca en esta bella vocación de ser
catequistas. Los obispos también somos catequistas. Oren por nosotros, como lo
hacemos por cada uno de ustedes.
Inspirados en San Juan Bautista, mostremos a Jesús que cada día camina junto a
nosotros. Que la Virgen nos colme de ternura.
Con nuestro cariño y bendición.